Las palabras caen,
acercan,
alejan,
son preludio
a un beso,
epílogo
que se reduce
a un adiós.
Palabras
que habitan
entre tú y yo,
palabras
que consuelan,
hieren,
confortan,
maldicen.
Invisibles, frágiles
palabras capaces
de crear vínculos
irrompibles,
a la par
que mortales
para el alma,
el corazón,
la vida.
Palabras impensables
sin su contraparte
de silencios,
frases intercaladas
con gestos,
caricias
y miradas.
Palabras que ocultan
o revelan
lo que dentro
vive y muere
entre suspiros.
¿Qué palabras son más importantes:
las siempre escuchadas
o las que la boca calla
pero el corazón
articula?
Palabras escritas,
cantadas,
que viven,
dotan de sentido
al mundo,
a ese gran desconocido.
Palabras
que al fin
y al cabo
terminaran
por ser parte
de la memoria
del olvido.