Perdón divino

Perdóname por padre
pues he pecado:
He amado,

sin medida,

sin recato.

 

Sin observar tus sentencias

tu divina palabra.

 

Pero es que padre…

¿Si tú supieras lo que es amar un cuerpo?

Beber de la epidermis deseada,

recorrer con manos, labios, lengua y dientes

ese manjar que es su anatomía.

 

De saberse deseado,

de sentir la lujuria incendiándonos,

arrebatándonos.

 

Si tú supieras lo que es el mutuo orgasmo

te darías cuenta que no hay ningún pecado

en ese amar impune del goce humano.