Me leo…
Los leo,
fragmentos dispersos / inconexos
de mis historias,
de esas viejas vidas rotas.
Mis fracasos,
mis maldecidos amores,
los que fui.
Desfile de epitafios,
versos les llaman,
poesía para suicidas
les llamó yo.
Recuerdo que fui…
Necros…
El de los versos a Ella escritos…
El caído…
Hoy solo me resta Cruzar La Noche
ser el de los sueños no soñados,
aquel de los besos al vacío desde el vacío,
el que se engaña al creer que amar es un camino
que atraviesa mi oscuridad…
Autor: Cruzar La Noche
El reino de Narciso
Año viejo / año nuevo…
Es tan solo la misma vieja
depresión de antaño
que se renueva así misma.
Desventajas de estar enfermo de soledad
malestar propio de esta ciudad
de extraños que dicen conocerse
en esa realidad virtual llamada la red.
Los veo juntos y solos…
Sin mirarse a los ojos
Sin hablar con su voz.
Perdidos en el reino de Narciso
de aquel que se enamoro
de su reflejo.
Se palpa su vacío
su necesidad por
ser aceptados,
vistos,
amados…
¿Será que el espejo
no les devuelve
reflejo alguno?
¿Será que su rostro real
sea el recuerdo
de que no se pueden
engañar a si mismos?
¿Será que su vida es tan insulsa,
tan vacía que necesitan de otros
para saberse presencia?
Somos esclavos de otros dueños
anónimos todos ellos.
Los que dictan en base de Likes
y seguidores,
si existimos,
si acaso somos dignos
de ser trending topic,
un instante pixeleado
de efímera fama,
cual nuevo ascenso
al cielo cibernético
que nos vigila…
Anegado de lujuria
Vienes en sueños…
Me seduces sin palabras
te apoderas de mi cuerpo,
mi voluntad se rinde
a tus caricias,
susurros,
gemidos.
No soy mío…
En esos instantes
me transformo
en un títere
sin voluntad.
Violas mi voluntad…
Masturbas no solo
mi epidermis
sino mi mente
Me inundas de lujuria…
Anegado de esas memorias
sensoriales….
El sabor de tus pezones,
el olor de sexo,
la humedad que mana de ti.
Sin poderlo evitar
nuestro orgasmo
ilumina la madrugada.
Una vez satisfecha
abandonas mis despojos
al viento,
dejándome con la
oscura esperanza
de que vuelvas
otra madrugada
a bendecirme
con volverte a saciarte de mi…
Poéticos instantes
I
Tratar de serlo todo pero sin dejar de ser el mismo…
¿Cómo lograr la multiplicidad en la unidad?
Negarme, transmutarme en otro yo
uno distinto
pero a pesar de ello igual
¿Me amarás por mi no ser yo o te conformas
por hallar en otros aquel que soy?
II
Amor: creación constante que nos salva del olvido y de la muerte…
Dicen que al partir solo dejaremos cenizas
un soñé,
un amé.
Versos dispersos al viento,
cicatrices en la piel amada.
Un epitafio
la esperanza de que aún
tras mi partida
sigas escuchando
mis pasos en tu azotea.
III
Porque tu ser y el mío son uno solo…
Al menos así lo proclamo
el poeta.
Aquel que nuestra historia soñó,
ese que nos dotó de tempestades,
de lujuriosa pasión, de traiciones,
de tinta carmesí en la pared.
Caprichoso creador que se solaza
en transcribir nuestro naufragio.
IV
El silencio siempre se hace presente con su portentosa voz…
Solo restan los despojos
ese cadáver que aún respira
que se niega a aceptar
su caída de la gracia
divina de su amor.
Es sombra que deambula
susurrando eróticos versos
a su musa mientras duerme.
Contradictorio amar
Es mejor saberte lejos y tenerte cerca,
que tenerte cerca y saberte lejos…
Constante contradicción
es este amar…
¿Juntos pero separados?
¿cercanía física que implica
cercanía pasional?
¿De qué sirve amarle así?
Ser fantasma que desea
desde su intangibilidad.
Es sed que nunca podrá ser saciada
Desear en vano
sin sentido alguno.
Es la Soledad engañando
a quien su ingenuo amor
le impide ver
que amar es asunto de dos
presencias que aunque
ausentes se hagan presentes…
Vida sin razón
Amar es mi más placentero dolor…
Aquel que me regocija con su pasión
y me atormenta con su indiferencia.
Es el amor una constante tentación,
un deseo que no sé cómo satisfacer.
Razón de vivir
de una vida sin razón…
Vacío
La cama vacía
los labios secos,
las sábanas frías,
cuerpos que afanosos buscan su complemento
El humo del incienso
dibuja fantasmas,
figuras,
rostros
que en el delirio de la ausencia
se tornan ecos de palabras
declamadas en aciagas madrugadas
La cama ardiente
los labios hambrientos
las sábanas con sabor a sexo y a semen
cuerpos que se saben explorados
por manos,
labios,
lengua,
dientes
ávidos por arrancar
suspiros y húmeda savia del femenino cuerpo.
Emborrachados de placer
embotados por el manjar
prohibido sueña la piel
con su complemento,
arropada por el humo
del incienso.
Una tarde
La tarde está rota…
ojos tristes desde el espejo me observan.
¿Cuánto tiempo ha pasado?
¿Cuántos días hace que no te siento,
que no te sueño,
que no te lloro?
La tarde está rota…
el aire gira, los coches pasan,
yo observo y te pienso
mientras contemplo mi destino
ahogarse en el delirio
del olvido.
La tarde está rota…
el Sol se sumerge en el horizonte,
la Luna–cómplice,
me invita un trago de aguardiente.
Huele a incienso,
a muerto fresco,
a vida que se pudre,
que se desmorona,
que se olvida.
La tarde está rota…
la penumbra anuncia el fin de la jornada,
el inicio de ese velorio intermitente que es la noche.
Yo estoy roto,
llagado,
descuartizado por sueños,
propios y ajenos,
por ellos seducido para compartir
esta tarde rota.
Tú y yo
Es chistoso:
Yo te pienso.
Tú me olvidas.
Tú en el altar de mi recuerdo.
Yo en las cenizas de tu ayer.
Es morboso:
Yo muerto en ti.
Tú viva aún aquí.
Yo sangrando por tu nombre.
Tú floreciendo aún sin luz.
Yo sufriendo por tu ausencia.
Tú sonriendo sin mesura, sin medida.
Es la vida:
Tú entre luces multicolores.
Yo habitante del subsuelo.
Yo atormentado con el recuerdo de tus labios.
Tú soñando, serena, arrullada por la Luna llena.
Yo lejos y aún así pensándote.
Tú cerca y etérea, y aún así inalcanzable.
Es mi vida:
Yo sin otorgarme el perdón.
Tú sin culpa, sin pena.
Yo con cicatrices que aún no cierran.
Tú idealizada y amada.
Yo muerto y pensando en ti.
Tú viva y libre de mí.
Te busco / Te necesito
Te miro
y mi alma tiembla,
se desmorona,
se resquebraja…
Te miro
y mi corazón culpable…
te recuerda
te desea
te busca
Te busco….
Es mi sangre que te llama,
mi corazón que te llora,
mi piel que te desea.
Te busco…
Entre los baúles de la memoria,
los rostros de la multitud,
las estrellas por la noche.
Te necesito…
Para volver a soñar y curar el insomnio
tocar sinfonías de caricias por sobre tus pliegues,
sentirme completo.
Te necesito…
Cerca y lejos,
asfixiando mi horas,
encadenado a ti
para morir por ti.
Debe estar conectado para enviar un comentario.