Regesar al bar,
a ese viejo y familiar entorno,
la barra,
las sillas,
las viejas fotografías,
los tarros alineados en la pared,
la escalera de caracol.
Caer en cuenta
que los fantasmas
los recuerdos,
la nostalgia
gozan de cabal salud.
Ese melanocólico ambiente
las risas,
la música del trío,
el humo del cigarro,
las jarras de cerveza,
esa vieja camaradería,
las cartas tornandose ceniza,
las promesas rotas,
los etílicos exorcismos…
Aún hay mucho ayer flotando
al trapasar las puertas giratorias
del viejo local.
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