Palabras…
Palabras que desgarran,
hieren,
mancillan…
No solo por lo que significan,
sino quien las expresa.
Esos símbolos que el viento se lleva
emitidas por tus labios
se vuelven cuchillos, dagas
que duelen
que saben en que lugar de mi corazón / alma clavarse
para dañar,
para hacerme sangrar,
para envenenar,
para mancillar,
y humillar.
Simples palabras,
que se difuminan en segundos,
quedan grabadas,
tatuadas…
Son cicatriz que no cierra,
supurante infección
que recorre mi organismo.
Dolor, rabia, tristeza, insomnio
negatividad pura que me carcome
e intoxica,
que me susurra y seduce en pos
del suicidio liberador…